La
adolescencia dicen que es aquella época donde el cuerpo pasa del de
un niño al de un adulto, una fase en la que cambia la voz, surge
vello en el cuerpo y crecemos, pero yo pienso que más bien el cambio
se produce en el interior de nuestras cabezas, nuestra mente se
amplia intentando adquirir su capacidad plena y aparecen objetivos
impuestos por los adultos que a veces chocan con nuestras metas y
sueños de niños.
Entonces,
¿son los adolescentes vagos de verdad y se acomodan esperando a que
otros cambien el mundo por ellos?
Muchas
veces se tacha a los adolescentes de vagos, de no querer hacer nada,
pero ¿a quién no le gusta estar echado en sofá sin trabajar? Todos
hacemos eso, seamos niños, adolescentes, adultos o ancianos. Creo
que la palabra “vago” esta muy relacionada con los gustos, ya que
cuando un chaval “está haciendo el vago” es porque se le ha
asignado una tarea que debe hacer pero no le gusta o todo lo demás
que tiene que hacer no le llama la suficiente atención como para
apagar la televisión o el móvil y hacerla. Y eso es lo que los
adultos nos intentan enseñar, el deber antes que el querer, algo que
los adolescentes no quieren aceptar.
Por
experiencia propia, pienso que los adolescentes somos muy luchadores
y tenemos una ética de trabajo impresionante, simplemente por querer
seguir nuestros sueños o por ser extremadamente obstinados.
Adolescentes capaces de madrugar para entrenar y practicar ese
deporte que les gusta para algún día ser alguien en lo que quieren
de verdad.
Todos
queremos cambiar el mundo, pero quizás los adultos que no fueron
capaces de hacerlo presionan demasiado a las generaciones venideras
para que lo hagan. Todos tenemos metas en la vida, dejad a cada uno
que las cumpla y que cada uno cambie el mundo y el futuro a su
manera.
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